El comité del asalto al Capitolio aprueba cargos por desacato a Steve Bannon, exasesor de Trump
El primero de los cargos de desacato se le imputa por no presentarse a una vista ante el comité en octubre de 2021, y conlleva una pena máxima de un año en prisión. El segundo cargo se debe a su negativa de proporcionar registros antes de la fecha límite, también en octubre de 2021, y puede acarrear una pena de cárcel de un año.
A lo largo de la vista, la defensa de Bannon ha asegurado que la no colaboración del exasesor no fue ago «intencionado» y ha argumentado que el comité debería haber acudido a la Justicia y obtener permiso para obligarle a declarar.
En este punto, la fiscal Amanda Vaughn ha refutado estas afirmaciones equiparándolas a como si un árbitro en un partido de fútbol tuviera que consultar a un colegiado de béisbol para arbitrar una jugada, según recoge la cadena estadounidense ABC.
Hace menos de dos semanas, Bannon cambió de parecer y se mostró dispuesto a testificar ante el comité tras, presuntamente, haber recibido el permiso de Trump para «testificar en público» dado el «trato injusto recibido» en los medios de comunicación, según una carta del magnate enviada a su antiguo asesor recogida por la prensa local.
En este punto, la defensa de Bannon ha tratado de instrumentalizar este cambio de parecer, si bien Vaughn ha aseverado que la «repentina decisión de cumplir (con los requerimientos del comité) no es más que una estratagema» y que «ni siquiera es buena» porque el acusado no llegó a presentar en ningún momento los documentos requeridos.
Según la fiscal, Bannon está ahora «pretendiendo cumplir», algo que no es más que «una pérdida de tiempo para todos» porque «el comité le dijo al acusado muchas veces que el desafío es un delito, pero él no escuchó porque no le importaba. Despreciaba a ellos y al servicio público que estaban tratando de realizar». «Él es culpable», ha zanjado la fiscal Vaughn.
El comité del 6 de enero estaba interesado en hablar con Bannon sobre una conversación mantenida con Trump en diciembre de 2020, en la que el entonces asesor instó al expresidente a concentrar incitativas para disputar los resultados electorales.
La derrota de Trump en las urnas y sus constantes denuncias por irregularidades en la votación, nunca aceptadas por los tribunales, fueron uno de los detonantes de la insurrección.