Economistas de la Universidad de Panamá recetan regulación y planificación para salir de la crisis.
Expertos en economía de la Universidad de Panamá advierten la consolidación de un proceso que está generando “el deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población”. Lo anterior se desprende de un comunicado distribuido por la Facultad de Economía de esa casa de estudios que resume, además, una serie de medidas que estiman algunos de sus expertos, harán falta para salir de la actual crisis.
Según el documento, el país vive un “descontento generalizado” con raíces en las medidas de corte “neoliberal” de los últimos 25 años que terminan por “favorecer las grandes empresas, (nacionales y extrajeras)” con exoneraciones tributarias, al tiempo que desmejoran la calidad de vida de los ciudadanos. Una serie de políticas neoliberales que “equivocadamente asumen que el mercado lo puede todo”, acrecentando “el deterioro de las condiciones de vida de la población, incluyendo los estratos medios; agudizándose la desigualdad del ingreso y la concentración de la riqueza en unos pocos que la controlan.”
“Se trata de problemáticas que la Pandemia puso en evidencia, y además pasó a agravarlas todas”, establece el documento, que manifiesta su preocupación, también, ante el hecho que “el empleo informal y los trabajos mal remunerados, aumenta, así como el deterioro del poder adquisitivo del ingreso de los panameños”.
Sin dejar de señalar como detonantes de la convulsión al “aumento exorbitante de los precios del combustible” y la “alta inflación de la canasta básica y medicamento”, incluye como causales del descontento a la “institucionalidad desgastada y desacreditada socialmente, por los altos niveles de corrupción, falta de transparencia e impunidad, vicios desastrosos que ya alcanzan a todos los sectores y órganos del estado (judicial, ejecutivo, legislativo, electoral y la Contraloría General de la República)”.
“El pueblo observa un gobierno desconectado de la realidad socioeconómica y política; que ha acrecentado el endeudamiento del país sin saber en qué se ha utilizado, que derrocha los ingresos públicos y permite la corrupción, que hace exoneraciones a los millonarios, mientras que es indolente a las necesidades del pueblo”, señala el llamado de atención a la vez que sugiere algunas opciones aplicables al largo y mediano plazo, combinadas con otras de carácter inmediato que “deben ser consistentes con las primeras”.
Entre las primeras figuran la regulación de precios, reformas profundas en materia institucional, modificación de la estructura tributaria y una nueva estrategia para atender el endeudamiento público donde no falte la transparencia. Y entre las inmediatas, rebajar el precio del combustible y “romper con el monopolio del abastecimiento y de la distribución, actualmente controlada por las compañías petroleras internacionales y grupos de distribución”; también “controlar los precios de la canasta básica” y de los insumos agropecuarios, “rebajar Los precios de los medicamentos y enfrentar el oligopolio que hasta la fecha ha impuesto los precios a la CSS y al Ministerio de Salud y a los consumidores”, además del “control del gasto público”, entre otros.
“La finalización de la presente crisis aún está en incertidumbre, ésta no se vislumbra cercana para el año 2022”, esclarece el comunicado. “De manera que es obligante que el gobierno formalice un plan integral frente a las situaciones críticas, y que el mismo sea transparente, participativo y legitimado por la sociedad”, termina advirtiendo el documento de la Facultad de Economía.