En esta ceremonia fueron destruidos 524 revólveres, 245 pistolas, 56 escopetas, 16 armas de pellet, 46 rifles, 133 fusiles, tres subametralladoras y cinco niples.
En nombre del presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, indicó que en esta nueva ceremonia, efectuada en la sede de la Policía Nacional, se sacan de circulación para siempre armas que estaban en poder de los grupos delincuenciales, y que ahora ya no harán más daño a la sociedad.
El ministro Pino ponderó el trabajo de las unidades de los estamentos de seguridad, quienes mantienen el alto compromiso de decomisar la mayor cantidad de armas ilegales posibles, con el propósito de proteger la vida y bienes de los ciudadanos.
Entretanto, Guillermo Moncayo, director interino del Departamento de Seguridad de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Panamá ponderó el trabajo del Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Seguridad Pública, en la destrucción de armas, acción con la que se evitan muertes y se combate la delincuencia.
La OEA, precisó Moncayo, a través de su Programa de Asistencia para el control de armas y destrucción de municiones en Centroamérica, certificó el liderazgo demostrado por Panamá en la región durante los últimos tres años, con una efectiva ejecución de acciones contra el tráfico ilícito de armas de fuego y municiones.
Desde el 1 de julio de 2019 hasta la fecha, el gobierno del presidente Cortizo Cohen ha destruido un total de 21 mil 359 armas de fuego.