La tanda entrará en vigor este sábado e incluirá restricciones al comercio con Rusia, como retirar beneficios que tiene en el marco del Organización Mundial del Comercio (OMC), y buscará suspenderle como miembro de del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Además la UE estrechará el cerco contra las élites rusas y ampliará la lista negra contra oligarcas y personas que se benefician del régimen de Vladimir Putin, y cerrará los vacíos de anteriores marcos de sanciones, en especial en lo relativo al sector de las criptomonedas para garantizar que el círculo de Putin no escapa a las restricciones financieras.
También se atacarán las exportaciones de lujo de la UE a Rusia, en otra medida diseñada para castigar a los oligarcas próximos al Kremlin.
Las sanciones se han adoptado en coordinación con Estados Unidos y los líderes de los países del G7 –Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido– con la vista puesta en que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, «rinda cuentas» por su «asalto» a Ucrania y «aislar aún más» al país euroasiático del sistema financiero global.
Von der Leyen avanza que la UE trabaja en «una gran prohibición» relativa a las inversiones europeas en e sector de la energía ruso, en un paso más para cortar los lazos de dependencia del continente del gas ruso. Según avanza, cubrirá las transferencias de tecnología, inversiones y servicios financieros para el sector de la producción y exploración de energía.