El gobierno británico suspendió el permiso de vuelo de la compañía nacional bielorrusa Belavia y sugirió que Moscú tuvo que dar su consentimiento para que Bielorrusia desviara la víspera un avión de Ryanair para detener a un opositor.
«Los detalles que tenemos no son claros al respecto, pero es muy difícil creer que este tipo de acción haya podido tener lugar sin, al menos, la aquiescencia de las autoridades de Moscú», principal apoyo al régimen del bielorruso Alexander Lukashenko, afirmó el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, ante el Parlamento de Londres.
Román Protasévich, de 26 años, ex redactor jefe del influyente medio opositor bielorruso Nexta, fue detenido el domingo por la tarde después de que el avión de la aerolínea irlandesa Ryanair en que viajaba realizara un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Minsk debido a una amenaza de bomba que resultó ser falsa.
El aparato, que volaba de Grecia a Lituania, ambos miembros de la Unión Europea, pudo reanudar después su vuelo pero sin el periodista opositor ni su novia, también detenida.
«Es un asalto escandaloso a la aviación civil y un asalto al derecho internacional», denunció Raab, anunciado haber convocado al embajador bielorruso en Londres para transmitirle su protesta. «Estudiaremos urgentemente otras posibilidades junto a nuestros socios», agregó, en referencia a eventuales sanciones.
Por su parte, el ministro británico de Transportes, Grant Shapps, instruyó «a la autoridad de aviación civil que solicite a las aerolíneas evitar el espacio aéreo bielorruso para mantener la seguridad de los pasajeros», anunció en Twitter.
«También he suspendido el permiso de operación de Belavia», agregó sobre la compañía nacional de Bielorrusia.
El presidente bielorruso Lukashenko y otras 94 personas y entidades de su país ya son objeto de sanciones europeas por la violenta represión de las protestas contra su reelección en las elecciones de agosto, que los europeos consideraron manipuladas.
La mayoría de los dirigentes disidentes bielorrusos han sido encarcelados, sometidos a arresto domiciliario o se encuentran en el exilio.
Londres, Reino Unido