Las canchas, el mal del fútbol panameño de siempre

Entiendo que el gobierno de Cortizo haya cancelado los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe 2022 y un Mundial Femenino Sub 20 de fútbol cuando la pandemia estaba en su apogeo, pero no se podía hacer lo mismo con el mantenimiento del estadio Rommel Fernández sabiendo del compromiso de la selección nacional. Fepafut

El fútbol panameño vuelve a quedar mal parado por tener que jugar su partido eliminatorio para Catar 2022 contra República Dominicana en el estadio de béisbol Rod Carew. Un problema que se le achaca al gobierno por no haber solucionado a tiempo el mal de la grama del estadio Rommel Fernández a través de Pandeportes, pero que al decir la verdad, también es un mal que indirectamente arropa a la misma federación y a su liga.

El mal es producto de nuestra realidad futbolística por contar solo con un estadio que reúne las condiciones para jugar un partido de eliminatoria. Un estadio que como el resto de los del país, se los utiliza para un buen número de partidos, pero que no se le dan el mantenimiento necesario para tener una cancha en buen estado.

Este conflicto ocasionó dudas e incertidumbre por no saber dónde se iba a jugar de local el compromiso del 8 de junio con República Dominicana, que corresponde al cierre de la primera fase eliminatoria, lo que originó que el presidente de la Federación Panameña de Fútbol (FEPAFUT), Manuel Arias, arengara contra Pandeportes en un tono duro y enérgico, que tuvo sus efectos inmediatos.

Estadio de béisbol Rod Carew.@RodCarewPty

Entiendo que el gobierno de Cortizo haya cancelado los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe 2022 y un Mundial Femenino Sub 20 de fútbol cuando la pandemia estaba en su apogeo, pero no se podía hacer lo mismo con el mantenimiento del estadio Rommel Fernández sabiendo del compromiso de la selección nacional. No sé si fue por falta de comunicación de Pandeportes con el primer mandatario, pero al final se tuvo que comenzar la reparación del coloso de Juan Díaz ante la ola de críticas de que fue objeto el director del ente gubernamental.

Y me extrañó que el gobierno hiciera sufrir tanto al presidente de la FEPAFUT, quien tuvo que recurrir a una conferencia para criticar  al Estado, porque si hay un deporte al que los últimos gobiernos han apoyado incondicionalmente ha sido el fútbol, no hay ninguna otra federación a la que se le brinde tanta atención.

Sin embargo, como lo dije al principio, estos vaivenes forman parte de la realidad en nuestro fútbol con una liga que en 33 años apenas tiene un estadio propio con el club Deportivo Universitario, pero que ni ese ni los otros reúnen las condiciones para un juego oficial de FIFA. Y reconozco que es difícil en un medio como el nuestro donde no hay asistencia masiva de público como para que puedan tener mejoras económicas.

Es una realidad a contracorriente con un país que hace tres años tocó el cielo con la clasificación a una Copa del Mundo y que hoy tiene una Liga Panameña de Fútbol  (LPF) que, aunque dice que entró a «la nueva era», nunca han tenido los recursos de infraestructura como pasa en otros países donde sus clubes cuentan con estadios acordes con lo que pide FIFA y que en un momento pudieran ser una solución para su selección.

Hoy la FEPAFUT tuvo que hacerle una llamada de atención al gobierno para no pasar la vergüenza de tener que jugar su partido de local fuera del país como ya pasó con Barbados, pero que de todos modos no deja de ser vergonzoso jugar en el Rod Carew como ya se había hecho para la eliminatoria de Sudáfrica 2010.

Por mucho que se esté soñando con una «nueva era» o que Manuel Arias no pierda las esperanzas de hacer de la LPF una de las mejores ligas del área, esto que acaba de pasar con la Selección Nacional nos muestra que estamos lejos de estos dos cometidos, porque aparte de los aportes que da la FIFA que no lo solucionan todo, siempre habrá que depender del gobierno para que les de la mano.

Está claro que lo que ha sucedido con la selección es responsabilidad del gobierno por no darle mantenimiento al único coliseo que tiene el fútbol para sus partidos oficiales de la FIFA, hoy le fallaron a la FEPAFUT para lo cual se tuvo que recurrir de nuevo a su majestad el béisbol. Ante esta realidad no podemos pensar en tener la mejor liga de la región, porque es obvio que sin estadios habrá que seguir jugando en canchas sintéticas malgastadas y coliseos que no reúnen las condiciones para cuando venga un partido oficial.

Hace días le escuché decir a Gary Stempel que no se debería jugar en el Maracaná debido las condiciones de la cancha sintética; pasa igual con otros coliseos con grama artificial, lo que hace difícil pensar en desarrollar una liga profesional.

Después de lo que se ha logrado con la selección mayor y su clasificación a Rusia 2018, afuera quizás se pensará en que algo bueno está pasando en el fútbol panameño, pero acá dentro la realidad es otra: los estadios no son funcionales para jugar partidos oficiales, nunca hemos tenido estructura lo que siempre ha sido el talón de Aquiles de nuestro fútbol. Por fortuna, los futbolistas han marcado la diferencia y debido a su rendimiento con las selecciones han mostrado internacionalmente el desarrollo del fútbol de Panamá, aunque en materia de infraestructura no podamos decir lo mismo de nuestra dirigencia ni del gobierno.

Frente a este dilema de canchas, lo que importa hoy es que la selección gane sus dos partidos: del 5 de junio de visitante ante Anguila y del 8 de junio en el Rod Carew contra los dominicanos. Que se avance a la siguiente fase para buscar la clasificación al octogonal final, que al final es lo que todos estamos esperando. Lo de los coliseos, seguiremos esperando.

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