Panamá, es un país con uno de los mejores esquemas de vacunación. Un reconocimiento que la Organización Panamericana de la Salud, destaca en su portal informativo.
En 1978, se creó el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) del Ministerio de Salud para mantener a la población libre de enfermedades inmunoprevenibles.
Con una canasta de 23 vacunas que protegen contra más de 30 enfermedades como la influenza, el papiloma, el sarampión, rotavirus, la hepatitis A y B, este programa facilita el acceso a la vacunación a toda la población del país.
El esquema de vacunación para la COVID-19 – bien ponderado por la población inoculada a la fecha- es una modalidad parecida a la utilizada por Rotary International, en India, para la vacunación contra la poliomielitis.
Llevar una vacuna a las comunidades
Un sitio de vacunación “tiene que estar en el vecindario inmediato”, dijo Deepak Kapur, quien ha presidido el Comité Nacional de PolioPlus de Rotary en India desde 2002, en un artículo publicado por el sitio Wired.
Este esquema es conocido como “microvacunación” que, definido en términos simples, es llevar las vacunas a las comunidades.
Los esquemas de mega vacunación como los que está utilizando Estados Unidos disponiendo de grandes estadios deportivos para cumplir con la meta del presidente Joseph Biden – vacunar a 100 millones de personas en 100 días – parecen ser óptimos porque masifican la vacunación para alcanzar la meta del 80% de la población.
Sin embargo, la periodista científica, Mary McKenna, en su artículo ¿Son los centros masivos, la solución para la vacunación COVID-19?, planteó que tal vez “no sirvan realmente para vacunar a los más vulnerables”.
Y, este es uno de los aspectos sensitivos de las campañas: aplicar dosis a los vulnerables y a las personas en riesgo facilitando el acceso al sitio de vacunación.
El esquema nacional, es el recomendado de la Organización Mundial de la Salud – y es aplicado en 152 países del mundo, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins.
El rol electoral en el esquema de vacunación
La coordinadora general del PAI, Itzel de Hewitt, explicó a Destino Panamá que los objetivos son mantener el sistema de salud, disminuir la incidencia de los casos, la mortalidad y la trasmisión.
Dividido en 4 etapas, y subetapas, con este esquema hasta el 13 de abril se han vacunado a 518 mil 629 personas.
Hewitt explicó que se diseñó con base a los corregimientos con indicadores de salud altos, vinculándolos con los circuitos electorales.
“¿Por qué se usó esa metodología? Para que los adultos mayores fueran a las escuelas que usualmente se utilizan para votar en las elecciones”, explicó.
Esto facilita la organización y la integración de la campaña apoyándose en una base de datos como el padrón electoral, dijo la experta.
Se priorizó con base a los corregimientos con mayor tasa de morbilidad, mortalidad, mayor riesgo de contagios, entre otros.
Los resultados de la inmunización se verificarán con la disminución de estos indicadores, explicó.
La logística es grande y compleja para la vacunación de la COVID-19, además requiere de un importante componente de voluntariado, lo que representa un desafío complejo, en todas partes del mundo.
San Miguelito, el exitoso plan piloto
La doctora Yaritzel Ríos, directora regional de Salud de San Miguelito, fue la responsable de liderar el plan piloto de este esquema de vacunación.
En el distrito, la meta fue vacunar a 57 mil adultos mayores. Para ello, se adecuaron 19 escuelas usadas como centros de votación y que tenían que contar con la infraestructura para convertirlos en sitios de vacunación.
Mil 400 voluntarios acompañaron esta operación para que fuera ordenada, informada, guiada en cada paso, y cumpliera con las medidas de salud pública; durante jornadas que duraron hasta 12 horas, explicó.
Sumado a este componente, otras 100 personas conformaron el equipo, entre estas, el personal de salud, y las autoridades locales.
El promedio diario de vacunas aplicadas se fijó en 9 mil, en el ciclo de la primera dosis, sin embargo, como aclaró Ríos, se llegó a 12 mil en algunas jornadas.
Durante la inoculación de la segunda dosis, esa barrera se superó, alcanzando las 18 mil dosis diarias.
De acuerdo con cifras ofrecidas por Hewitt, hasta el pasado 13 de abril, se ha inoculado a 319 mil 493 con una dosis, mientras que 199 mil 136 están inmunizadas.
El gobierno ha autorizado la compra de 5 millones 999 mil 530 dosis de la vacuna de Pfizer. A la fecha, con el décimo embarque que trajo 77 mil 220 dosis, se ha recibido un total de 611 mil 750 dosis.
En la tercera fase se cubrirán en bloque todas las áreas comarcales, explicó la coordinadora del PAI, y a la población que por su ocupación corren riesgos. En la última etapa, se vacunará a la población de 16 a 59 años, agregó.