Efectos secundarios: La vacuna está creando la protección contra la COVID-19

Foto: Eric Marciscano

Cuando me vacunaron con la primera dosis de Corminaty de Pfizer-BioNTech, la única manifestación que se presentó 24 horas después de aplicada fue una leve molestia en el brazo.

Sin embargo, con la segunda dosis, fue distinto.  A las dos horas, palpitaciones. Al día siguiente fatiga, dolor en el sitio de la inyección e inflamación. Además, síntomas leves parecidos a un resfriado.

Algo extrañada por estos síntomas, decidí investigar, qué sucede en nuestro cuerpo, y por qué la manifestación fue más fuerte la segunda vez.

La presentación de efectos secundarios por una vacuna es un proceso natural.  En el caso de las vacunas COVID-19, es un indicativo de que el medicamento está actuando en nuestro cuerpo.

Son signos, de que está construyendo una protección, describe la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los más comunes son: dolor en el lugar de la inyección, fiebre, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos y diarrea, consigna el organismo en su serie ‘Explicación de las vacunas’.

La agencia mundial, aclara que, las posibilidades de que ocurra alguno de estos efectos secundarios después de la inoculación varían.

El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), anota que otros efectos en el caso de las vacunas de ARNmensajero como la de Pfizer son los graves, como la anafilaxia, y es por esto por lo que las personas deben permanecer en el centro por un período de 15 a 30 minutos.

El régimen de Cominarty, es de dos dosis, en un intervalo de 21 días o más.

La protección máxima se comienza a construir completada la vacunación y su duración es de seis meses.

La aplicación de una sola dosis, sin completar el régimen, puede inducir un falso sentido de seguridad y de inmunidad.

No. Una dosis no construye la protección máxima contra el SARS-CoV-2 y no somos inmunes al contagio.

Sin embargo, una persona que sufrió COVID-19 necesita solo de una. Esto porque los anticuerpos generados por la infección equivaldrían a la primera.

Ilustración: Julio Briceño (RAC)

¿Cómo trabaja el ARNmensajero en nuestro cuerpo?

En su artículo en inglés, “The Second COVID-19 Is a rude Reawakening for Inmune Cells” (La segunda dosis de la vacuna Covid-19 es un rudo despertar para las células inmunes), la redactora de ciencia para The Atlantic, Katherine J. Wu;  explicó qué sucede en nuestro cuerpo después de la inmunización con una vacuna desarrollada con la tecnología de ARNmensajero, como la de Pfizer, que es la que se aplica en nuestro país.

Wu detalla que la segunda dosificación es la que tiene un impacto importante, porque se acumula iterativamente con la primera.  Es decir, se amplifica y está lista para funcionar.

El sistema inmunológico detecta un virus,  y envía células y moléculas para memorizar sus características y combatirlo más rápidamente en el futuro.

Las vacunas imparten estas mismas instrucciones, sin involucrar al patógeno que causa la enfermedad. En este caso, el virus SARS-CoV-2.

Una vez administrada la vacuna en la parte superior del brazo, el ARNmensajero instruye a las células del cuerpo para que produzcan una copia de la proteína del coronavirus llamada pico. Esta proteína es la que induce una respuesta de anticuerpos.

Ilustración: Julio Briseño (RAC)

El paso del ARNmensajero a las células, es a través de nanopartículas lipídicas. Al ser desconocidas para el organismo, activan las células inmunes innatas.

Una vez detectan las nanopartículas, envían alarmas moleculares llamadas citoquinas que, a su vez reclutan a otras células, al sitio donde se inyectó la vacuna.

Es la afluencia de estas células y moléculas que hacen que el brazo se hinche y duela, explica Wu.

Las células congregadas, disparan más citoquina, inundando al resto del cuerpo con señales que, inducen síntomas como fiebre y fatiga.

Mark Slifka, experto en vacunas e inmunólogo de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón, y citado por Wu, dijo que “son una reacción instintiva del cuerpo a una infección” o algo parecido.

Estas acciones no son duraderas, y en el lapso de dos días los efectos secundarios desaparecen.

“El rudo despertar de las células inmunes”

Pasada esta etapa, las células inmunes innatas, comienzan a pasar esta información a otro cuerpo de del sistema inmunológico llamadas células adaptativas.  Estas son descritas como francotiradores.

Las células T y B son las productoras de anticuerpos.  Su tarea es atacar a los patógenos específicos si intentan infectar al cuerpo de nuevo.

Necesitan de varios días para estudiar las características del pico del virus, antes de responder.

Con la aplicación de la segunda dosis, las células adaptativas están listas para comenzar, y reaccionan más rápido.

Algunas, como dice Wu, se quedan en el sitio donde se aplicó la vacuna a la espera porque sospechan que su objetivo regresará.

Al estimularse de nuevo con la segunda dosis, disparan nuevamente citoquinas, formando una ola extra de inflamación.

Estas reacciones complejas, son las que inducen la fiebre, dolores y agotamiento prolongado.

En algunas personas, se pueden presentar síntomas parecidos a los de la gripe, también.

Foto: Cortesía Ministerio de Salud

Sin embargo, estos efectos secundarios – a contrapunto – significan que estas ramas del sistema inmunológico están actuando como deberían: creando y consolidando la memoria de la proteína del pico del SARS-CoV-2 en las células más poderosas del cuerpo para combatirlo.

Las personas que no presentan efectos secundarios no deben preocuparse porque algunos sistemas inmunológicos “son más ruidosos que otros”, expone Wu.

Esto no quiere decir que la vacuna no esté actuando. Lo está haciendo de forma silenciosa, sin producir efectos incómodos como los que algunos experimentamos al completar nuestra vacunación.

Una persona vacunada completamente sí puede contagiarse

Los CDC informaron el 15 de abril que, en Estados Unidos, 5 mil 800 personas vacunadas completamente contrajeron la COVID-19.

La campaña de vacunación en ese país utiliza los fármacos de Pfizer y Moderna.

En este primer informe público, la agencia comunicó que, algunos se enfermaron gravemente y murieron 74 personas, y 396 (7%) de los que se infectaron después de ser vacunados requirieron hospitalización, reseñó la cadena CNN.

Las cifras resultan inquietantes. Sin embargo, hasta el 8 de abril el total de vacunados en ese país fueron 66 millones.

Esta cifra representa el 0.009% de la población inoculada, y no todos desarrollaron enfermedad leve, a diferencia de los resultados de Israel, aclaró el CDC.

Como recordamos en los estudios clínicos de fase 3 de la vacuna de Pfizer, la eficacia fue del 95%.

Los datos en la vida real reportados por la compañía en ese país mostraron que es efectiva 91% en contra de la enfermedad hasta seis meses.

Otra forma es cuando la persona vacunada, se contagia sin dar tiempo para que se estimulen los anticuerpos protectores. Por esta razón, entre otras, es que los reguladores mundiales enfatizan en la necesidad de continuar con las medidas de autocuidado y evitar aglomeraciones.

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