La revista Time puso al descubierto “la historia secreta” y reveló en forma exclusiva -basada en entrevistas y acceso a documentos inéditos- que las elecciones de Estados Unidos fueron escenario de una gran conspiración para derrotar al presidente Donald Trump.
El prestigioso semanario demostró que más de un año antes del inicio del proceso electoral, se unieron personas poderosas de diferentes sectores para manipular el flujo de información con el propósito de perjudicar al candidato republicano.
La conspiración no fue un “sueño paranoico”, sino una realidad que terminó por darle el poder a la izquierda en Estados Unidos, afirmó Time.
Hubo un complot. “Una camarilla bien financiada de personas poderosas, que abarcan diferentes industrias e ideologías, que trabajan juntas detrás de escena para influir en las percepciones, cambiar las reglas y leyes, dirigir la cobertura de los medios y controlar el flujo de información”, resaltó el semanario.
El esfuerzo fue amplio y al final terminó por darle la victoria al demócrata Joe Biden. De manera sorprendente la revista corroboró que “Trump tenía razón”.
Confirmó que durante las elecciones hubo una conspiración. Activistas de izquierda y líderes empresariales, coordinación acciones tras bastidores.
En forma anticipada “una coalición de operativos de izquierda” cambió los sistemas y las leyes de votación en los estados y se aseguró que 150 organizaciones de derechos civiles obtuvieran $400 millones de fondos federales aprobados por el Congreso para hacer campaña electoral contra Trump. Consiguieron que por primera vez millones de personas votaran por correo.
Time reconoció, además, que Trump no estaba equivocado al denunciar una conspiración en su contra, entre las grandes compañías tecnológicas y el Partido Demócrata.
La revista aseguró que la izquierda había convocado manifestaciones para el día después de las elecciones en 400 distintos puntos del país temerosos de que seguidores de Trump se tomaran las calles. No fue necesario.
La gran conspiración electoral contra Trump se había consumado y se había vendido a la opinión pública como una demostración de fuerza de la democracia. La realidad plantea cuán vulnerable es la democracia estadunidense.