Beneficios de las plantas para la salud

Mi amor por las plantas surgió hace 7 años. Antes de esa pasión me dedicaba 100% a ejercer y tratar temas administrativos en oficinas públicas, incluso hasta en privadas. En aquel entonces, tenía dolores musculares, no podía dormir, adormecimiento y hormigueo en las extremidades.  Me diagnosticaron fibromialgia.

Como parte de las recomendaciones vitales que me dió el doctor, además de medicamentos para los dolores y para poder dormir, fue bajar el estrés con actividades como caminar a un ritmo puntual, preferiblemente rodeado de la naturaleza, hacer yoga, pintar mándalas. No era una opción, era clave para mejorar mis afectaciones.

Empecé con  caminatas en el Parque Omar, a pintar macetas, mandalas, y mejoré un poco. Luego comenzó el invierno, salidas tarde del trabajo;  bajé la frecuencia de estas prácticas y vino el retroceso.

Un día de paseo por Tierras Altas me sentí en armonía no sólo por el clima, sino por la diversidad de plantas. Quedé flechada con las suculentas. Compré muchas sin tener experiencia alguna en sus cuidos. Me ilustré al respecto en Internet y redes sociales, compré algunas revistas, pero fue la experiencia la que me enseñó sobre su mantenimiento, ya que mucha información no se aplicaba al clima de Panamá, y no funcionaba.

En mi apartamento las reproduje por esqueje, por hojitas, hacía injertos; algunas enfermaron, leía diariamente y hablaba con personas que supieran del tema para salvarlas. En muchos casos no tuve suerte, morían, pero  admiraba las que sí lograron evolucionar, verlas enraizar desde una hojita, su capacidad para retener agua y su necesidad  de luz; para mí eso fue una maravilla.

Luego seguí con otras plantas de interiores, y frutales, las compraba, las reproducía, leía sobre sus cuidos, la tierra, el riego, necesidad de  luz, era tan amplio su mundo que me volví monotemática, no hablaba de otras cosas que no fuera de las plantas, y cuando alguien cumplía años, día de las secretarias, cualquiera festividad que implicara regalos, obsequiaba una planta reproducida y cuidada por mi.

Con mis amigos y familiares este era el único tema de conversación. Con el tiempo mi apartamento era una jungla y ya había involucrado a mi mamá en este mundo de las plantas y empezamos a recorrer muchos viveros a nivel nacional, luego se sumaron algunas tías y primas.

Al transcurrir el tiempo me di cuenta de algo, sin quererlo y ni siquiera suponerlo, las plantas habían hecho por mi salud lo que los ejercicios, yoga y métodos de relajación debieron hacer. Ya no había dolor tan seguido, dormía mejor, mi mente descansaba, no más extremidades dormidas y pesadas.  Mí salud mejoró. Admito que de vez en cuando regresan algunos síntomas, pero no es como antes.

Así decidí emprender con @viveverdegardens, vamos poco a poco, estamos  ampliando nuestra diversidad de plantas, sigo creciendo en mí trabajo de oficina, destacándome en lo que hago. Todas la tardes y en mis tiempos libres me dedico a mi emprendimiento, pero  sé que muy pronto y con el esfuerzo que cuesta todo en la vida lograré fortalecerlo, pues emprender en regla  no es fácil. Después les hablo de la burocracia que padece el emprendedor.

Cierro así, como profesional me ha ido bien, pero disfruto más hablar de plantas con mis clientas, que hablar de informes, proyectos y expedientes. La plantas con verlas  me dan paz, y  atenderlas es beneficioso para la salud (relajación y entretenimiento), así que Vive Verde.

viveverdegardens@gmail.com

@viveverdegardens

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