El presidente de la República, Laurentino Cortizo, encabezó este viernes los actos conmemorativos realizados en el cementerio Jardín de Paz, en donde hizo un llamado a sanar las heridas que hace 30 años dejó la invasión estadounidense a Panamá, el 20 de diciembre de 1989.
«Le expreso a todos los familiares de los caídos hace 30 años mis disculpas, mi respeto, mi solidaridad, mi cariño verdadero. Mi patria, la patria de todos nosotros también está en los cementerios. Avancemos con la frente en alto, perdonamos, pero nunca olviden a los que dieron la vida por su patria”, puntualizó Cortizo Cohen.
Porsu parte, el arzobispo metropolitano de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, dijo que la herida de la invasión está abierta y duele mucho, porque no se ha podido cerrar ni ha sido sanada.
“Han sido 30 años de una espera dolorosa por conocer la verdad de cuántas vidas se perdieron en esa nefasta invasión que jamás podemos conocer como causa justa”, expresó Ulloa, quien consideró como un paso significativo reconocer el 20 de diciembre como día de duelo nacional.