En el Foro “Igualdad de Género en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI)”, expertos analizaron el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación desde una mirada integral de género. En el evento, realizado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), participaron científicos, académicos, tecnólogos y representantes del PNUD y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Panamá.
En el Foro se presentó el estudio Diagnóstico sobre mujeres y CTI en Panamá. Recolección de datos y análisis de la situación de las mujeres en el campo científico y tecnológico, una investigación desarrollada por Eugenia Rodríguez Blanco, Nadia De León, Yolanda Marco Serra y Sara Camara Cañizares, que forma parte del proyecto internacional “The National Assessments on Gender and STI”, en el cual se han elaborado estudios similares que miden la participación de las mujeres en la sociedad del conocimiento en diferentes países.
El trabajo de estas investigadoras expone las condiciones sociales, económicas, políticas y culturales que inciden en la participación de las mujeres en la CTI en Panamá entre 2006 y 2018. Entre los hallazgos, se pueden destacar los siguientes:
- Hay brechas de género y étnicas en el ejercicio de derechos básicos de las mujeres, como el derecho a la salud sexual y reproductiva, a una vida sin violencia y a la participación política.
- En las zonas indígenas, las brechas de género son mayores en todos los casos.
- Las mujeres dedican más del doble del tiempo que los hombres al trabajo no remunerado, como el cuidado del hogar y familiares.
- Las mujeres participan menos en las actividades económicas productivas y sufren más el desempleo. Además, enfrentan una brecha salarial respecto a los hombres.
- Desde hace más de una década, las mujeres representan un 60% de las matrículas en las universidades. Además, las mujeres se gradúan en la universidad a nivel de licenciatura en mayor proporción que los hombres, representando un 65% del total.
- En algunos campos científicos, sobre todo en ciencias físicas, matemáticas y estadística, así como informática, ingeniería y los campos de la industria, producción, arquitectura y construcción, se mantiene la división tradicional de género, siendo los hombres la mayoría de los graduados.
- Aunque las mujeres participan en la educación más que los hombres en todos los niveles educativos y hay una tasa de alfabetización cercana a la paridad, sus niveles de deserción se explican por razones muy vinculadas al género: no contar con buenas condiciones de vida y falta de acceso a la salud sexual y reproductiva. Los embarazos adolescentes se encuentran entre las principales causas de la deserción femenina.
- Menos del 40% de las mujeres están en ocupaciones relacionadas a la CTI, y menos del 35% de las mujeres en los empleos en industrias de CTI. Entre los empleados en ingenierías, los hombres son más del doble que las mujeres.
- En Panamá son escasas las mujeres en puestos de liderazgo en CTI: sólo hay un 28% de mujeres rectoras de universidades, y ninguno de los cinco principales centros de investigación del país está dirigido por una mujer.
- La mayoría de los investigadores del país son hombres (más de un 60%).
“Es una realidad que las mujeres que pertenecen al Sistema de Ciencia y Tecnología del mundo se sienten presionadas por un cúmulo de factores, como la maternidad y el cuidado del hogar, entre otros, aunado al hecho de que tienen menos mentores con conexiones y recursos que las puedan asistir, en comparación a los varones. Además, las instituciones de ciencia a nivel mundial tienen sesgos de género estructurales y sistemáticos”, señaló Jorge A. Motta, Secretario Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
“La sociedad del futuro requiere una transformación y para ello hay que hacer una deconstrucción de modelos sexistas. Esto debe comenzar a edades muy tempranas desde los espacios educativos y en la familia”, añadió Motta.
Durante el Foro se realizaron cuatro talleres paralelos sobre Igualdad y Género en la Educación, Las Mujeres en el Sistema CTI, La Perspectiva de Género en el Objeto de la CTI, y Las Mujeres y las TIC, con el objetivo de identificar buenas prácticas, definir los principales retos en Panamá y plantear posibles estrategias.
En cada uno de los talleres se analizaron las brechas que ponen en desventaja a las mujeres en CTI y se presentaron recomendaciones para articular políticas de Género en el Sistema CTI de Panamá, y asegurar su gobernanza teniendo en cuenta a todos los actores.
Los grupos de trabajo consideraron que es fundamental aumentar la autoestima de las niñas, la sororidad y el empoderamiento de las mujeres, y romper con los estereotipos de género que conllevan un despilfarro de talento femenino, además de aumentar la motivación de las mujeres para optar por cargos directivos.
Otras recomendaciones
Entre otras recomendaciones que emanaron de este encuentro, podemos mencionar:
- Incrementar las materias STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) desde las escuelas, con talleres de robótica y programación, entre otros, donde participen niños y niñas por igual.
- Mejorar la información disponible sobre las opciones de carreras profesionales y con mayor demanda en el mercado actual.
- Facilitar la formación técnica y científica de las mujeres sin excluir a las que son madres, con apoyo como guarderías, flexibilidad de horarios y trabajo remoto, y fomentando la corresponsabilidad de los varones en las tareas del hogar y el cuidado de los hijos.
- Reforzar el valor de las ciencias sociales y que los currículos de carreras científicas también cuenten con materias de humanidades para formar ciudadanos más integrales y con una perspectiva de igualdad de género.
- En el ámbito tecnológico, la mujer debe capacitarse, participar y transformar.
- Se debe incentivar el desarrollo de contenidos y aplicaciones con perspectiva de género para aumentar el interés de las mujeres por el uso de la tecnología, en todos los ciclos de su vida.
- Hacer un estudio sobre las mujeres en el ámbito de las tecnologías de información y comunicación (TIC), evaluando sus diferencias culturales y geográficas, su inclusión en el mercado TIC, en la sociedad y en la generación de innovación, y cómo impactan las redes sociales en el género.
La Ciencia, la Tecnología y la Innovación (CTI) son fundamentales para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, porque tienen el poder de transformar la sociedad y la economía, respondiendo a las prioridades de desarrollo de la población mundial. Sin embargo, las brechas de género podrían perjudicar este potencial transformador.