Cada 21 de octubre, el distrito de Portobelo, en la provincia de Colón, rinde tributo al Cristo Negro, una de las representaciones religiosas más simbólicas e importante de esta zona del Caribe panameño. Alrededor de 50 mil personas participan en la peregrinación de su imagen y luego de recorrer el pueblo, reposa en la iglesia San Felipe, de Portobelo.
La Alcaldía de Portobelo, así como la Policía Nacional, el Servicio Nacional Aeronaval, el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) y la Cruz Roja, garantizan la seguridad, tanto de los peregrinos como residentes del pueblo.
Para esta festividad religiosa se han habilitado retenes a lo largo de la carretera Panamá-Colón, pero se hará énfasis en el tramo Sabanitas-Portobelo con el objetivo de salvaguardar la seguridad de los miles de feligreses que llegan para agradecer los favores recibidos o hacerle alguna súplica personal.
Importancia de la procesión
Durante la procesión algunos peregrinos vestidos con túnicas moradas se arrastran y otros caminan kilómetros con velas encendidas, cuya cera caliente cae sobre sus cuerpos, un ritual que eleva el nivel del dolor como una penitencia en pos de la pureza en honor a la figura de Cristo.
Las capas denotan que quien las lleva es alguien que está siguiendo una orden divina, una persona arrepintiéndose de alguna mala acción o alguien expresando su intensa fe en el Cristo Negro.
A esta festividad se unen los vendedores, quienes ofrecen elementos religiosos en la procesión de la imagen del Cristo Negro de Portobelo, comunidad que posee una población de 9,183 habitantes.
El Nazareno, como se le conoce, no solo es el santo más importante en Panamá, sino que también es conocido en amplios sectores de Latinoamérica. Sin duda, personas de todas las nacionalidades han escuchado y cantado el tema musical que “El Brujo de Borinquen” o “El Sonero Mayor”, Ismael Rivera, le dedicó al Cristo Negro.
La fe y devoción que manifiesta el pueblo panameño hacia la imagen de este Cristo puede ser evidenciada, cada año, cuando, a partir del 15 de octubre, se da inicio a las expresiones de los peregrinos que se dirigen a Portobelo para rendirle culto.
Orígenes desconocidos
Los verdaderos orígenes del Cristo Negro son en realidad desconocidos, y se remontan al siglo XVII . Según cuenta la historia, un esclavo negro estaba pescando en la ciudad cuando vio un gran objeto flotando en el agua. Después de arrastrar el objeto misteriosamente envuelto hacia tierra, lo desenvolvió a la vista de varios espectadores. Allí apareció la figura del Cristo Negro. Muchos lugareños sintieron que la apariencia de la estatua era una señal de que Jesús estaba con ellos en un sentido muy concreto. Esta veneración fue recompensada y verificada cuando una plaga que estaba azotando la zona desapareció justo cuando la figura llegó a la ciudad.
Otra leyenda cuenta que unos pescadores encontraron una caja flotando en el mar durante una epidemia de cólera, en cuyo interior se encontraba la imagen del Cristo, y una vez que la colocaron en la iglesia, las personas enfermas se recuperaron.
Una tercera leyenda asegura que la iglesia de Taboga ordenó la imagen de un Jesús Nazareno a un proveedor en España. Por otra parte, la Iglesia de Portobelo le solicitó al mismo artesano una imagen de San Pedro. Se dio una equivocación al enviar las imágenes y el San Pedro terminó en la Iglesia de Taboga y el Nazareno, en Portobelo.
De donde sea que venga el Cristo, imagen que data de 1658, hallada en las costas del puerto de Portobelo, ésta permanece desde entonces en la Iglesia de San Felipe de Portobelo.
Se le cambia la ropa (una de las dos veces al año que esto sucede) y cada 21 de octubre se le lleva sobre los hombros de los agradecidos fieles a través de una corta procesión, representando el camino que recorrió arrastrándose desde el mar.
La forma en que se mueve la procesión sigue una serie de pasos (cuatro pasos adelante, tres atrás, al ritmo de la música) que prolonga la ceremonia para que luego el Cristo Negro sea devuelto a la iglesia a la medianoche. Sus habitantes afirman que el Cristo Negro de Portobelo no puede ser regresado antes de la medianoche, ya que la figura simplemente se vuelve demasiado pesada para ser llevada por un tiempo.
El Cristo Negro de Portobelo es considerada la imagen con más riqueza en todo Panamá, gracias a las ofrendas que le han regalado los feligreses, con incluso joyas de oro.
Actualmente existe un museo del mismo nombre, ubicado en la iglesia colonial de San Juan de Dios. Se trata de una casa colonial de cal con un piso alto de madera y techos de tejas, que data de 1834 y perteneció al expresidente José Domingo De Obaldía.
Portobelo, a unos 115 kilómetros al noreste de la ciudad de Panamá, en la costa atlántica, fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1980. El conjunto monumental histórico de Portobelo incluye las iglesias Hospital San Juan de Dios y la de San Felipe, los fuertes Santiago de la Gloria, Santiago, San Felipe, San Fernando, la Aduana de Portobelo, el Castillo de San Jerónimo, la Batería Buenaventura, la Casa Fuerte Santiago, el Baluarte Tres Cruces y otros.