Pese a que han pasado ya más de cuatro años de tan lamentable suceso, en la Península de Azuero sus habitantes aún recuerdan con amargura toda la crisis que se vivió por la contaminación del río La Villa con el herbicida atrazina, lo cual llevó al Ministerio de Salud a prohibir, durante varias semanas, el consumo de agua de los grifos en 14 corregimientos de las provincias de Herrera y Los Santos.
La situación fue tan difícil, que volcó al Gobierno y a la ciudadanía en general a solidarizarse con los hermanos azuerenses, mediante el envío de millones de botellas de agua para que pudieran subsistir mientras la contaminación fuese superada.
En vista de que los temores de que algo similar ocurra aún persisten y a manera de prevención, unos 150 residentes de áreas próximas a la cuenca del mencionado río fueron capacitados por el Centro del Agua del Trópico Húmedo (CATHALAC) en la toma de decisiones y fortalecimiento de sus capacidades, como parte de un proyecto que abordó temas sobre gestión de riesgo, recursos hidráulicos, cambio climático, contaminación, biomonitoreo y aguas superficiales.
En el taller regional efectuado los días 23 y 24 de octubre se presentaron resultados del programa y Tania Maure, especialista en química ambiental en CATHALAC y coordinadora de las capacitaciones de los grupos , explicó el modelo de participación que utilizaron, que se basó en informar, consultar, involucrar, colaborar y empoderar.
Según Maure, no se puede lograr resiliencia -capacidad de adaptación ante una situación- en la cuenca baja, si no se interviene con los actores de la cuenca alta y media, de esta forma, el grupo focal se conformó por colaboradores de los municipios de Chitré y Los Santos -beneficiarios de los proyectos-, mujeres y jóvenes líderes.
Gran parte de la capacitación se centró en motivar a las mujeres a tener y mantener un rol en el tema ambiental, pues, según los resultados del estudio, ellas son más vulnerables ante los impactos del cambio climático en los recursos hídricos (ríos, lagunas, mar, aguas subterráneas, etc).
Para Lisa Kawasaki, líder del Programa de Cambio Climático del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC), es importante lograr incorporar a las mujeres y los problemas de equidad de género en este tipo de investigaciones, pues en la mayoría de los estudios las mujeres y las minorías son los grupos más afectados, por esto es necesario ir más allá y presionar para lograr su reconocimiento en el proceso de decisiones.
“Tras concluir los talleres, seminarios, giras de campo en los cuales adquirí importante conocimientos, hoy me siento capaz de identificar y resolver problemas que puedan ayudar a nuestro ambiente, siento que soy una influencia que puede ser muy valiosa para hacer conciencia en otros jóvenes, para que sigan los pasos que he dado y así obtener un ambiente sano y limpio en el futuro”, expresó Grozni Evans, joven líder de CATHALAC.
En el taller hubo un 58% de participación femenina y 46% de masculina, incluyendo la capacitación de 15 familias productoras rurales en la fabricación de huertos para el consumo autosostenible y el uso de la vegetación para la futura recarga de acuíferos.
El proyecto de Fortalecimiento de la Resiliencia de los Recursos Hídricos frente al cambio climático en dos ciudades (Chitré y Los Santos) de la cuenca del río La Villa del arco seco de Panamá, fue planeado por el CATHALAC, con fondos del IRC Canadá y el apoyo del Ministerio de Ambiente.
Según Freddy Picado, director general de CATHALAC, se encontró que el río produce aproximadamente 900 millones de metros cúbicos al año y alrededor de 240 millones de dólares de las actividades productivas que se desarrollan en el área. Pero la investigación confirmó la disminución del agua en la península de Azuero, demostrando que es necesaria la gestión de recursos hídricos.
Picado informó a Destino Panamá que la solución a este problema es la implementación de infraestructura hidráulica, algo que, según él, es muy costoso.