China, entre cultura milenaria y la alta tecnología

Hoy, 13 de junio, Panamá y China celebran un año de establecer relaciones diplomáticas. El gigante asiático, como le llaman a China, es sin duda uno de los países con mayor riqueza histórica en el mundo y el segundo país con la mejor economía del mundo.

Una de esas piezas únicas de ingeniería y de impresionante valor arquitectónico es la Gran Muralla China, la cual tuve la oportunidad de conocer en 2016. Se trata de una gigantesca estructura que consta en su totalidad de 21 mil 200 kilómetros de largo si tomamos en cuenta todas sus ramificaciones. Ante tal magnitud, es lógico pensar que no se puede recorrer esta colosal obra en un día, por eso al visitarla el sector más recomendado es Mutianyu, por ser una de las zonas menos concurridas por los visitantes a diferencia del sector de Badaling situada en el condado de Yanqing.

Bajando en tobogán

La zona de Mutianyu destaca la forma de acceder, ya que puedes subir en teleférico, en telesilla o caminando, éste último no lo recomendamos a no ser que disponga de tiempo y una buena forma física. Para esta travesía el telesilla es la opción ideal ya que incluye el descenso en tobogán, cuyas estructuras metálicas brindan una sensación de velocidad muy emocionante hasta llegar al destino final. Lo interesante es que en todo el trayecto hay cámaras de seguridad y megáfonos que indican las curvas que se acercan. Los orígenes de Mutianyu se remontan al siglo VI, si bien con posterioridad fue reconstruida por la dinastía Ming, entre los años 1400 y 1600.

Parte de La Gran Muralla China.

Luego de pasar un rato agradable por la Gran Muralla -considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo y designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987- la visita prosigue en la Plaza de Tiananmén (centro de Pekin, capital de la República Popular China) la más importante de toda China y una de las más grande que existe en el mundo.

En los lados este y oeste de esta plaza se encuentran dos edificios importantes: el Museo Nacional de China (en él reposa la historia y la revolución de toda China) y el Gran Palacio del Pueblo, en este último se realizaban los congresos más importantes de China. Mientras que en el centro de la plaza se alza el Monumento a los Héroes del Pueblo, un obelisco de granito de 38 metros de altura que presenta algunas inscripciones de los más destacados líderes comunistas chinos.

Entrada a la Ciudad Prohibida.

Más hacia el centro de la Plaza de Tiananmén se encuentra el Mausoleo de Mao Zedong, el edificio en el que yace el cuerpo embalsamado del líder comunista chino, fundador de la República Popular China en 1949.
Al norte está la Puerta de Tiananmén o Puerta de la Paz Celestial, que muestra un retrato de Mao con un letrero que dice: “Viva la República Popular China y viva la amistad entre todos los pueblos del mundo”. Esta puerta es la que da acceso a la Ciudad Prohibida declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987, y catalogada por la UNESCO como la mayor colección de estructuras antiguas que se conservan en el mundo. Este majestuoso complejo arquitectónico que data de principios del siglo XV fue el palacio imperial chino de la dinastía Ming hasta el final de la dinastía Qing.

Ciudad Prohibida en China

Actualmente China es el país más poblado del mundo con 1.390.080.000 miles de millones de habitantes según el censo de 2015.

Ciudades que no duermen

Así como China presenta una de las culturas más antiguas y complejas del mundo, también es uno de los países de la alta tecnología e innovación. Un vivo ejemplo es la ciudad de Shanghái, esta cosmopolita y pujante ciudad es también la capital de la alta tecnología, puesto que allí se concentran compañías como Huawei Technologies, Fuzhou Rockchip Electronics y Allwinner Technology.

De noche Shanghái se transforma, se vuelve la ciudad del futuro, te encuentras con muchos contrastes visuales, colores vivos acompañados de un ritmo de vida incansable, de allí el apodo de “la ciudad que nunca duerme”. Está rodeada por el río Huangpu, que yace sobre el delta del río Yangtsé, el tercero más largo del mundo.

Muy cerca del Bund (una zona peatonal de dos kilómetros de longitud que recorre la parte oeste del río Huangpu) se encuentra el Barrio Antiguo, conocido por los lugareños como Nán Shi (ciudad del sur). En este barrio se encuentran los templos que evocan la época imperial de China durante las dinastías Ming y Qing.

Ciudad antigua de Shanghái.

Al entrar a la zona de noche, aparece la China más tradicional. Sus calles se vuelven estrechas debido a la multitud de personas que a diario visitan el barrio. Desde lejos se percibe el olor a incienso, a ambos lados de la calle se observan puestos de ventas de comida, tiendas de ropa y souvenirs, casas de té, restaurantes, bares, en fin, un estilo de vida diferente al resto de la ciudad actual. Lo que llaman Old Street (la calle Fangbang Zhonglu) es un espectáculo callejero, desde donde se puede apreciar la disposición circular que refleja la huella de la vieja ciudad amurallada —que fue derribada en el siglo XVI— para defenderse del saqueo de los piratas japoneses. Seguido se encuentran los jardines Yuyuan, de estilo tradicional, construidos entre 1559 y 1577 durante la dinastía Ming. Colmado de estanques, puentes de madera, pabellones y una exuberante vegetación, invita al viajero a detenerse allí todo el día.

Shanghái es la ciudad más poblada de China, con más de 25 millones de habitantes, y su desarrollo provoca cambios tan veloces que muchas veces sus propios habitantes son incapaces de orientarse adecuadamente.

Mientras tanto Shenzhen es prácticamente una de las ciudades más jóvenes, ya que décadas atrás era una villa de pescadores. Actualmente es considerada como el Silicon Valley de China, ya que aquí se encuentra la casa matriz de Huawei, segundo productor mundial de teléfonos inteligentes y líder en redes de telecomunicaciones, y Tencent, una de las mayores empresas de Internet del planeta, creadora deWeChat, el Whatsapp chino, con mil millones de usuarios.

Shenzhen cuanta con 10,6 millones de habitantes actualmente.

No podría terminar este artículo sin dejar de hablar de Hong Kong una región administrativa especial de China formada por una península y varias islas situadas en la costa sur del Mar de la China Meridional, en el delta del río Perla.

Al llegar a Hong Kong, notas enseguida las muchas diferencias de esta ciudad con el resto de China. Una de ellas es que por las calles de esta ciudad se conduce del lado izquierdo y no se toca la bocina de los autos y la razón es clara, es que hasta el 1 de julio de 1997 fue colonia del Reino Unido.
Actualmente Hong Kong, al igual que Shanghái, es una ciudad que no duerme, con decenas de visitas de ocio, decenas de mercados y mercadillos callejeros y con skylines que deja en segundo plano al de ciudades como Nueva York.

Ciudad de Hong Kong.

Los rascacielos en la orilla de la bahía Victoria se mezclan con las empinadas calles que bajan del Victoria Peak, que para subirlo se hace a través de un funicular o en auto propio. Desde lo alto de esta cima se puede apreciar un complejo comercial y restaurantes con vistas espectaculares de toda la ciudad.
Dos imponentes estatuas de Kwun Yam y Tin Hau, dioses protectores de los pescadores, dominan los pintorescos jardines que conducen hasta la playa Repulse Bay, un área que antes era solo de residencias de lujo, y hoy es un centro turístico de playa.

Desde esta playa también se puede observar la mansión del reconocido actor hongkonés Jackie Chan. Mientras que en la avenida de las estrellas de Hong Kong encontramos el monumento en honor al recordado actor de artes marciales Bruce Lee.

Aunque Hong Kong regresó al dominio chino en 1997, el legado colonial británico ha perdurado y con ello, diferencias históricas, culturales, económicas, legales y de estilo de vida.

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